Zverev se disfraza de Nadal para seguir adelante en Toronto

Alexander Zverev, el número tres del mundo, mostró una notable resiliencia al remontar un partido complicado en los cuartos de final del Masters 1000 de Toronto. A pesar de empezar con una desventaja y una decisión polémica en su contra, Zverev logró canalizar su frustración y ganó el encuentro, lo que sugiere que podría ser una opción interesante para apostadores en futuros partidos, especialmente en semifinales contra Khachanov o Michelsen.

Alexander Zverev, 28 años y número tres del mundo sólo por detrás de Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, tuvo que soportar un dolor como pocos para un tenista y más en este tenis de márgenes marginales en los cuartos de final del Masters 1000 de Toronto.

El nuevo discípulo de Rafa y Toni Nadal, 9-8 abajo en el tiebreak del primer set contra el australiano Alexei Popyrin, sufrió el lado más cruel de la caprichosa cinta, viendo cómo la fortuna le arrebataba la primera manga con la bola de una volea de Popyrin cayendo en su pista después de tocar la parte superior de la red después de un largo intercambio.

Zverev montó en cólera, cogiendo esa bola y enviándola fuera de la pista en un golpe de rabia, sintiendo que la fortuna le había arrancado ese primer set contra el vigente campeón del Masters 1000 de Canadá.

Pero, fresco esa especie de retiro no sólo tenístico sino también espiritual en Mallorca, el germano canalizó esa ira como alimento para remontar y adoptó el modo estoico para tomarse con filosofía los momentos delicados en el resto del duelo.

Una especie de extensión de Rafa Nadal en la pista para acabar ganando con solvencia un asunto que se había puesto peludo como solía hacer el manacorí, sellando su pase a semifinales por 6-7 (8), 6-4 y 6-3 en un exigente encuentro de 2 horas y 42 minutos.

Mundo Deportivo