Panathinaikos será el rival a batir

La llegada de Jonas Valanciunas al Panathinaikos se perfila como un gran movimiento en el baloncesto europeo, lo que podría delinear una temporada exitosa para el equipo griego. Para los apostadores, la incorporación del jugador lituano, acompañado por un equipo con un presupuesto significativo y otros refuerzos destacados, podría aumentar las probabilidades de éxito en competiciones tanto nacionales como en la Euroliga.

Atenas se está convirtiendo este verano en el epicentro del mercado del baloncesto europeo, con la llegada de Jonas Valanciunas. El pívot lituano, con trece temporadas de experiencia en la NBA, aterrizó en la capital griega el pasado viernes para ultimar los detalles de un acuerdo plurianual con el Panathinaikos, movimiento que se perfila como la transferencia más destacada del año en la Euroliga. La llegada de Valanciunas, de 33 años, se produce en un momento particular de su carrera. Aún bajo contrato en la NBA, fue recientemente traspasado de los Sacramento Kings a los Denver Nuggets en un intercambio que incluía a Dario Saric. Aunque se esperaba que el lituano asumiera un rol relevante como principal suplente de Nikola Jokic, su futuro parece estar lejos de la liga estadounidense a pesar de que la operación se haya hecho oficial.

Diversos factores explican el giro de Valanciunas hacia Europa. Más allá de consideraciones económicas, que sitúan la oferta del Panathinaikos en torno a los 12 millones de euros netos por tres temporadas (una cifra anual comparable o superior a su salario NBA después de impuestos), la propuesta griega ofrece una estabilidad a largo plazo, un rol protagonista indiscutible y la oportunidad de competir activamente por múltiples títulos, tanto en Grecia como en Europa. Para un jugador con un historial ganador en categorías inferiores y dos platas con Lituania en EuroBasket, la perspectiva de regresar a la senda de los trofeos tras años en equipos NBA sin aspiraciones de campeonato resulta un aliciente significativo.

El Panathinaikos, además, está construyendo una plantilla de gran calibre. La posible incorporación de Valanciunas busca formar una de las parejas de pívots más potentes fuera de la NBA junto a Mathias Lessort, dos veces incluido en el Mejor Quinteto de la Euroliga. Este movimiento se suma al fichaje de TJ Shorts, base procedente del Paris Basketball y considerado candidato a MVP de la Euroliga en 2025, reforzando una línea exterior ya formidable con nombres como Kendrick Nunn y Kostas Sloukas.

El club ateniense no es un equipo europeo al uso. Su plantilla ya cuenta con seis jugadores con pasado NBA (Nunn, Jerian Grant, Cedi Osman, Juancho Hernangomez, Omer Yurtseven). Además, Panathinaikos manejó el segundo presupuesto más alto de la Euroliga la pasada temporada, con 37 millones de euros, de los cuales 20,5 millones se destinaron a salarios de jugadores y entrenadores, empatando en el tercer puesto de la Euroliga (con Olympiacos) en este apartado. La pasión de su afición y el atractivo de Atenas como ciudad, con su clima y conexión aérea con Lituania, completan un paquete que hace la oferta del Panathinaikos especialmente atractiva.

La decisión de Valanciunas sorprende en la NBA, donde se le veía como una pieza valiosa para los Nuggets. Sin embargo, la propuesta integral del Panathinaikos, que combina un proyecto deportivo ambicioso con estabilidad financiera post-impuestos y la garantía de un rol central, parece haber inclinado la balanza hacia un regreso a Europa, marcando un hito en el mercado de fichajes. Ahora faltará ver si estos refuerzos del que será rival a batir en Europa se traducen en títulos. Esa ha sido la gran asignatura pendiente este curso, en el que los de Ataman sólo han logrado la Copa.

Mundo Deportivo