Yago de Santiago, jugador gallego del Elche: «No voy a ser el mismo, seré mejor»

Una posible apuesta en el ámbito deportivo podría incluir la confirmación de la recuperación de Yago de Santiago y su integración en el equipo del Elche, lo cual podría influir en el rendimiento del equipo en la próxima temporada de Primera División, haciendo que los apostadores consideren al Elche como un candidato más fuerte para futuras apuestas en partidos.

Una grave lesión en la rodilla y el ansiado ascenso marcaron la temporada del extremo, que debutará en Primera cuando complete su recuperación «Todo pasa por algo», dice. Luego, un breve silencio. La sentencia mezcla actitud ante la adversidad y anhelo de que el destino compense.

Un mal giro en un entrenamiento quebró de un plumazo el despegue en el Elche de Yago de Santiago Alonso (Vigo, 2003). Era 28 de enero. Llevaba dos goles y tres asistencias. Venían de ganarle al Eibar. Le había puesto su nombre a la banda izquierda del Martínez Valero. «Notaba que iba a ir a mejor». Y, de repente, aquel martes, un vacío. «Di un salto e intenté arrancar. Se me quedó la rodilla atrás. No sentí mucho dolor». Ese día desayunó con Christian Bragarnik, el propietario del Elche.

Vinieron horas de incertidumbre. No demasiadas. «La gente que se había lesionado la rodilla de gravedad me explicó lo que había sentido y era lo mismo que yo. Tenía la esperanza de que se quedara en un esguince, pero el corazón me decía que estaba roto». El miércoles llegó la resonancia. Y, con ella, el veredicto. «Estaba el doctor y el readaptador. Lo primero que les pregunté fue cuánto tiempo iba a estar de baja. Cuando me dijeron que me tenía que operar de cruzado me vine abajo. Salí de la habitación llorando. Me crucé a varios compañeros y a Pepe (Contreras), el director deportivo. Intentaron consolarme, pero en ese momento no hay consuelo que valga».

«Seguí viajando como uno más» Llevaba 1.376 minutos en el fútbol profesional. «Tuve que pasar el duelo. Tres o cuatro semanas en las que todo eran preguntas. ¿Por qué me pasa a mí? ¿Cómo voy a volver? ¿Voy a ser igual de rápido? Luego entendí el proceso. Me cerraba una puerta muy grande, la de jugar, que era lo más importante, pero se me abrían otras. Me di cuenta de que esas dudas no me iban a ayudar. No voy a volver a ser el mismo, voy a ser mejor. Sé que va a pasar. Y hay que ponerse trabajar».

Pasó por el quirófano. «Toda la gente del club estuvo conmigo. Quise agradecerles todo lo que hacían por mí y tomé la decisión desde el primer momento de seguir viajando con el equipo a todos los desplazamientos como uno más. En la grada se sufre, pero mentalmente me ayudó estar con mis compañeros y no tirado en mi casa solo».

En la última parada, el Elche se jugó el ascenso lo más cerca que permitía el calendario de la casa de Yago. En Riazor, ante el Dépor. «Antes del partido estaba muy nervioso. Tuvieron un mano a mano nada más empezar y me cagué. Menos mal que se nos puso pronto de cara, fue un alivio». 0-4 y los festejos a la vuelta. «Me sorprendió mucho que la gente se acordara de mí, lo que me quiere. Me sentí protagonista. Cuando vi a 200.000 personas celebrando en la calle, me di cuenta de que este es un club de Primera».

«Será más emocionante si cabe» Con la resaca de la fiesta, sus compañeros se marcharon de vacaciones. Yago de Santiago se quedó en Elche con los fisios. «Me entreno todos los días, menos los domingos. Ahora están renovando el césped y voy a la playa. Sé que me queda la mitad del camino. Me notó bien, con balón y sin él. Hoy pensaba en la ducha que quién me iba a decir a mí que voy a cumplir mi sueño de jugar en Primera después de estar nueve meses parado por una lesión de cruzado. Será aún más emocionante si cabe».

Tiene dos años de contrato y de soñar no ha parado. «No sé lo que es jugar con la selección, poder defender a España. Si un día me llega lo voy a flipar. Tengo mucho camino por delante. Ahora parece que los de 22 años ya somos mayores». Se ríe. El humor es otro bálsamo eficiente.

Con 16 años, Yago de Santiago hizo las maletas. En la etiqueta pegaron como destino Londres. El Tottenham le había hecho una oferta después de verlo con el Celta un torneo en Cataluña. «El primer año en Inglaterra fue muy complicado a nivel personal y mental». No jugaba. Sus padres se separaron en esa época. «Físicamente no estaba preparado y la situación en mi casa desde allí no fue fácil pasarla. Con tiempo y paciencia, me acabé adaptando».

Hoy está convencido de que aquella experiencia le ha servido para afrontar la lesión de cruzado. «Estoy completamente convencido de que esa decisión me ha hecho la persona que soy. Me hizo madurar muchísimo. Lo que sufrí entonces, me ha ayudado ahora. A día de hoy hay decisiones que tomo por el carácter que me formé allí».

Con la llamada del Elche el verano pasado cerró esa etapa. «El último año en el filial del Tottenham fue muy bueno. Me sentía preparado para el sueño que había ido a buscar. Fuimos campeones de liga, pero veía que el primer equipo no iba a contar conmigo. El último año fue el que más disfruté jugando, pero mi momento nunca llegó. Creo que me gané una confianza que no me dieron. En ese momento me dolió y sentí que mi ciclo allí se había terminado».

Cuando Éder Sarabia lo llamó, el Elche ya lo había convencido. «Nos presentamos y hablamos de su propuesta. Yo quería cerrarlo cuanto antes para estar en la pretemporada. Nunca había jugado al fútbol profesional. Sabía que ellos esperaban que mi rendimiento fuera a largo plazo, pero yo quería demostrar que podía tener un sitio desde el principio. Creo que lo conseguí».

La Voz De Galicia