Woltemade se queda sin corona

Inglaterra se ha coronado nuevamente como campeona de Europa Sub-21 tras vencer a Alemania 3-2 en la final de Bratislava. Esto podría influir en las apuestas deportivas, ya que el rendimiento destacado de jugadores como Harvey Elliott podría aumentar su valoración en futuros eventos.

Además, la consistencia de Inglaterra en torneos importantes las convierte en favoritas para las próximas competiciones. Inglaterra es la reina de Europa de la categoría Sub-21. Los pequeños three lions se impusieron hace dos veranos a España en la final del Europeo de Georgia y Rumanía (1-0) con una camada de jugadores liderada por Cole Palmer y este sábado la selección inglesa ha revalidado su corona de campeón tras imponerse a Alemania (3-2) en la final de Bratislava.

Cuarto título para los británicos, que ya están a uno solo de empatar a España e Italia, líderes del palmarés histórico. A pesar de que Alemania llegó al partido con la vitola de favorita, fue Inglaterra la que dominó desde el inicio del encuentro. Apenas hubo noticia de Woltemade en la primera parte. El gigantón alemán, gran figura del Europeo, fue completamente anulado por los chicos de Lee Carsley.

Quien sí se hizo notar fue el atacante del Liverpool Harvey Elliott, el mejor inglés del campeonato que hizo olvidar por completo a Nwaneri. El del Arsenal llegó a Eslovaquia como gran estrella y su presencia ha sido testimonial. Elliott abrió el marcador a los cinco minutos. Inició una jugada en la banda derecha y, tras hacer un cambio de juego, acompañó la jugada hasta la frontal, donde la pelota le cayó rebotada para ajustar un disparo infalible con su pierna izquierda.

Antes de la media hora, Inglaterra ya vencía por 2-0. Hutchinson fusiló a Atubolu, portero del Friburgo, tras recibir de McAtee en el área y dejaba la final completamente de cara para los three lions. Le pudieron caer más a Alemania antes del descanso, pero la suerte se apiadó de la mannschaft, que recortó distancias en el último minuto gracias a un cabezazo de Weiper.

El gol revitalizó a Alemania, que salió mucho más enchufada en la segunda parte y empató en el 60’. Un golazo de Nebel, que se perfiló en una esquina del área para colocar un potente derechazo en la escuadra contraria. Y con el empate el partido se abrió, con ocasiones en las dos áreas. Knauff quien más cerca estuvo de evitar la prórroga, pero su peligroso chut en el 90’ se estrelló en el larguero.

Nada más comenzar el tiempo extra, Morton centró una banana perfecta al corazón del área y Rowe la remató en plancha con un cabezazo bellísimo que volvía a colocar a Inglaterra por delante. Durante la media hora restante, los ingleses se encerraron en su área con la esperanza de resistir. Defendieron juntos, en bloque bajo, y aguantaron la embestida de una Alemania que fue incapaz de arrebatarle la corona continental.

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