El Valencia lleva los pasteles al cumple del Borussia

El Valencia no ha logrado marcar la diferencia en sus recientes amistosos, lo que puede influir en las apuestas para su próximo partido. Los apostadores podrían considerar la adversidad del equipo, así como sus problemas defensivos y la falta de un ataque contundente, lo que podría llevar a predicciones sobre una nueva derrota o un rendimiento por debajo de las expectativas.

Mönchengladbach es lo más lejos que va a estar el Valencia este año de su casa de Mestalla y el Borussia Park, el único estadio más allá de los Pirineos en el que va a jugar. Es lo que tiene llevar seis temporadas navegando por la mediocridad y sin competir en Europa.

El Borussia, quizás influido por la historia del murciélago, tuvo a bien invitar al Valencia a su fiesta de 125 cumpleaños y los de Carlos Corberán se lo pusieron fácil para que los pupilos de Gerardo Seoane se divirtieran con su gente.

El Valencia todavía no sabe lo que es ganar este verano (dos derrotas en cuatro amistosos con la de ayer) y la creación de fútbol no está siendo su fuerte. Ni Javi Guerra por el centro ni Rioja ni Diego López por las bandas le dieron la profundidad necesaria.

En Mönchengladbach, en la primera mitad, solo cuando el balón pasó por Raba parecía que pudiera pasar algo a favor de los intereses blanquinegros.

El Valencia, para más inri, pagó caros sus errores defensivos, porque tampoco es que sufriera un asedio por parte de los cumpleaños. Hack, en el primer tiempo, se aprovechó de la falta de contundencia en el despeje de Diakhaby y Cömert para adelantar a su equipo y Dicks, tras un penalti cometido por Foulquier, marcó el segundo apenas regresaron de los dos equipos de vestuarios.

Corberán, al menos, aprovechó la noche para que el bloque con el que está llamado a empezar la Liga acumule minutos y automatismos. Cömert sigue presente en sus planes, ésta vez con Diakhaby de pareja; Raba está por delante de Almeida y Copete se estrenó con César Tárrega de compañero.

Entre los chavales, a destacar el ímpetu que le pone Pablo López, el estreno de Aimar Blázquez, la regularidad de Lucas Nuñez y el oficio de Rubo Iranzo. De hecho, con ellos en el campo, que salieron a jugar a partir del minuto 70, al Valencia se le vio más suelto, más atrevido y sobre todo más cerca de la portería rival.

Pero le seguía faltando profundidad y pegada. El gol se espera que llegue con refuerzos. Y cuanto antes, mejor.

Diario As